martes, 3 de abril de 2012

Mis habitaciones / Goytisolo

En las noches sin sueño en esa hora
de la rauda memoria
que precede al olvido
pasan por mi cabeza
como ante la pantalla de un cine desbocado
escenas gestos voces alegrías,
persecuciones, himnos
pero de entre las cosas
que vuelven desde el fondo
sin límites del alma
asoman su contorno surgen
las extrañas habitaciones
en las que yo he vivido.

A veces me contemplan los sillones
de la casa del padre me preguntan
por mis zapatos nuevos,
por aquella pelota que un día me quitaron
o por el perro que murió.
También me observan
los espejos recordando mi rostro
cubierto de jabón, me saludan
y me encuentran más viejo.

Una silla otras veces
salta desde el rincón más alejado
de aquel cuarto que fue
mi residencia de estudiante
y desde allí me grita
me canta las virtudes de aquel vino
repite mis lecciones de memoria
y me despierta con una campana.

También llega un pasillo
que me conduce de la mano
hasta el cuarto encalado
de mis veranos libres
me encierra allí y aguarda
la bienvenida del ropero
y escucha agazapado tras la puerta
nuestras conversaciones
hablando de la caza de los higos
o de aquella camisa de soldado
que todavía guarda.

Están, después aquellas
otras habitaciones silenciosas
que no preguntan nada que me miran
reprochando algo feo
que debió suceder y no recuerdo
y lanzan sus lavabos
como una acusación disparatada
dirigiéndome sordos
ruidos con sus desagües pecadores
para llamarme al arrepentimiento.

Así, en las altas noches
me cercan y preguntan
estas habitaciones de mi vida
estos cuartos sus muebles sus dinteles
y en un agobio de percheros
de alfombras y de libros olvidados,
me recuerdan el tiempo
que dejé como un trapo.
hecho jirones entre sus paredes

Mis habitaciones/ José Agustín Goytisolo
ANTOLOGÍA PERSONAL

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