Las habitaciones difieren radicalmente: son tranquilas o
tempestuosas; dan al mar o, al contrario, a un patio de cárcel; en ellas hay la colada colgada o palpitan los ópalos y las sedas; son duras como pelo de caballo o suaves como una pluma ...
¡Oh, Nelson! Seré amable, seré buena, ya lo verás, fregaré el suelo,
cocinaré siempre yo, escribiré tu libro al mismo tiempo que el mío, haré el amor contigo diez veces cada noche y otras diez cada día, aunque me canse un poco.
Simone de Beauvoir
No hay comentarios:
Publicar un comentario